Los forjadores del centralismo porteño y propugnadores del despotismo ilustrado, no le perdonaban a Artigas la reciedumbre con que empuñó la bandera del federalismo. Él interpretó el anhelo de los pueblos que se sentían despreciados y acosados por la oligarquía porteña; ésta procedía a someter las rebeldías autonómicas por medio de expediciones punitivas, que maltrataban y saqueaban a las poblaciones, o por mano de lugartenientes sumisos, que desconocían la voluntad de las masas y usurpaban su legítima representación. Artigas fue un precursor esclarecido de las ideas federales y elaboró magníficos conceptos sobre la libertad y dignidad indeclinables de los pueblos que integraban las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El pacto que firmó con Rondeau, el 19 de abril de 18 13, constituye una pieza magistral, tanto por su elevado tono cuanto por la firme doctrina que sustenta. En este, como en todas las convenciones o acuerdos en que participó, siempre estuvo presente el supremo interés de los pueblos y una como profética visión de lo que sería la patria común si se la organizaba de acuerdo a las recónditas esperanzas de sus hijos. "Todo lo que en los pueblos americanos es embrión raíz, palpitación anímica - escribió Zorrilla de San Martín - , todo está en Artigas armonizado, como en ninguno de los héroes de la gesta latina, con la ingenua profundidad de lo no aprendido" (Juan Zorrilla de San Martín: La epopeya de Artigas, 2 vols. 24 ed. Luis Gili Librero Editor. Barcelona, 1916.17.)
Historia del Federalismo Rioplatense.
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