26 de Julio
Patrona de Los Abuelos y Los Estudiantes Como cada 26 de Julio el pueblo de Santa Ana de los Guácaras se apresta a rendir homenaje a Santa Ana, patrona de los estudiantes y de los abuelos.
Los Estudiantes que piden ayuda a Santa Ana cada año se acercan a agradecerle, por la guía el apoyo, y estos testimonios de fe y devoción se pueden apreciar en la Capilla.
La imagen de Santa Ana que se encuentra en la capilla, es muy particular porque la representa en su ancianidad. Fue tallada por los indios Guácaras.
En el estable del Altar Mayor se encuentra la imagen de Santa Ana y la Virgen Niña, que representa a una anciana madre que enseña a leer a su pequeña hija. Tanto el comulgatorio –obra del indio Patricio- cuanto la imagen de la Dolorosa –cuyo autor se considera al indio Yaguarón – son obras que poseen, al igual que el Nazareno hecho de un solo tronco de madera de timbó, un valor inestimable a nivel cultural por su calidad y autenticidad.
El nuevo altar es una combinación de mármol y madera, cuya base imita al tradicional altar que todavía está anexo al restable antiguo, pretendiendo ser una réplica del mismo. CAPILLA DE SANTA ANA (MHN) Construida hacia 1771 por los indios y los padres franciscanos de la reducción, sigue un esquema tradicional de nave con galerías laterales, en armazón de madera y tejas de palma. En 1889 se realizó una refacción general que incluyó la incorporación de la torre – campanario en el centro, con cúpula en el remate en un estilo italianizante.
En el interior de la capilla se encuentran tallas antiquísimas, como el Comulgatorio realizado por el Guacara Patricio y la Imagen de la Dolorosa, obra del indio Yaguarón, como reflejo del trabajo de los indios guácaras. La hornacina del retablo principal contiene la imagen de Santa Ana y la Virgen Niña, representadas como una anciana que enseña a leer a su hija.
Fue declarada Monumento Histórico Nacional, construida entre los años 1889 y 1891; según registros la antigua iglesia franciscana data de 1775.
Algo Más de Historia En el Siglo XV, los indígenas guácaras, vivían en encomienda en Concepción de Bermejo, provincia de Chaco.
Luego de la destrucción de ese lugar, en 1630, fueron trasladados a la ciudad de Santa Ana, Corrientes. Supervisados por los padres franciscanos, cientos de artesanos guaraníes construyeron la Capilla de Santa Ana, en 1771. La misma fue remodelada en 1889, y fue cuando adquirió su fisonomía actual. Esta incluyó la torre del campanario que hoy conocemos. El purgatorio y la imagen de la Virgen Dolorosa, realizadas artesanalmente por los aborígenes, componen los atractivos mayores de la obra.
Santa Ana de los Indios Guácaras se encuentra a unos 18 kms., aproximadamente, hacia el noreste de la Capital, es un pueblo en el que se mantienen en perfecto estado de conservación edificios del siglo XVIII.
Sobre Santa Ana... Grande es la dignidad de Santa Ana por ser la Madre de la Virgen María, predestinada desde toda la eternidad para ser Madre de Dios, la santificada desde su concepción, Virgen sin mancilla y mediadora de todas las gracias. Nieto de Santa Ana fue el hijo de Dios hecho hombre, el Mesías, el Deseado de las naciones. María es el fundamento de la gloria y poder de Santa Ana a la vez que es gloria y corona de su madre.
La santidad de Santa Ana es tan grande por las muchas gracias que Dios le concedió. Su nombre significa "gracia". Dios la preparó con magníficos dones y gracias. Como las obras de Dios son perfectas, era lógico que Él la hiciese madre digna de la criatura más pura, superior en santidad a toda criatura e inferior solo a Dios.
Santa Ana tenía celo por hacer obras buenas y esforzarse en la virtud. Amaba a Dios sinceramente y se sometió a su santa voluntad en todos los sufrimientos, como fue su esterilidad por veinte años, según cuenta la tradición. Esposa y madre fue fiel cumplidora de sus deberes para con el esposo y su encantadora hija María.
Muy grande es el poder intercesor de Santa Ana. Ciertamente santa amiga de Dios, distinguida sobre todo por ser la abuela de Jesús en cuanto Hombre. La Santísima Trinidad le concederá sus peticiones: el Padre, para quien ella gestó, cuidó y educó a su hija predilecta; el Hijo, a quien le dió madre; el Espíritu Santo, cuya esposa educó con tan gran solicitud. Esta Santa privilegiada sobresale en mérito y gloria, cercana al Verbo encarnado y a sus Santísima Madre. Sin duda que Santa Ana tiene mucho poder ante Dios. La madre de la Reina del Cielo, que es poderosa por su intercesión y Madre de misericordia, es también llena de poder y de misericordia.
Tenemos muchos motivos para escoger a Santa Ana como nuestra intercesora ante Dios. Como abuela de Jesucristo, nuestro hermano según la carne, es también nuestra abuela y nos ama a nosotros sus nietos. Nos ama mucho porque su nieto Jesús murió por nuestra salvación y María, su hija, fue proclamada Madre nuestra bajo la Cruz. Nos ama de verdad en atención a las dos Personas que ella amó más en esta vida: a Jesús y a María. Si su amor es tan grande su intercesión no será menos. Debemos, por tanto acudir a ella con tal confianza en nuestras necesidades. No hay la menor duda de que esto agrada a Jesús y a María, quienes la amaron tan profundamente. Se celebra la fiesta de Santa Ana el 26 de julio.
Prensa Sergio Mendoza
Archivo ACIPrensa
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