Tras los videos que se viralizaron en redes sociales indicaron que las sanciones serán acompañadas por espacios de aprendizaje y reflexión sobre la mala conducta.
Tras las polémicas por los casos de estudiantes secundarios que difundieron videos peleando y jugando con fuego dentro de las escuelas, autoridades recomendaron evitar la expulsión. A pesar de la gravedad de las situaciones que se difundieron protagonizadas por adolescentes que asisten a los colegios San José e Instituto Roubineau, la directora de la Dirección de Servicios Educativos, de Prevención y Apoyo (Disepa) del Ministerio de Educación de Corrientes, Julia Saez, brindó una serie de recomendaciones. “Las escuelas actuaron de forma correcta al llevar adelante sanciones disciplinarias en función a sus acuerdos de convivencia”, señaló. Saez explicó la necesidad de evitar expulsiones: “Queremos que después de un error haya un aprendizaje y es un proceso que la comunidad educativa debe acompañar”. Consideró que los colegios actuaron de forma adecuada en la respuesta y que “tiene otras virtudes y queremos quedarnos con eso, con las posibilidades de trabajo”, reconoció en diálogo con Sudamericana. En este sentido, indicó que la Disepa junto con la Dirección de Nivel Secundario se encuentran a disposición de las escuelas para realizar un abordaje integral. “La expulsión no ayuda, es sacarlos del sistema. Trasladando a estudiantes a otros colegios no colaboran en la solución del problema”. Además, Saez recordó que no siempre las malas conductas vienen de alumnos con antecedentes de problemas disciplinarias, sino que los hechos mediatizados han sido protagonizados por estudiantes con buen desempeño académico. “Esto moviliza a todo el sistema. Hace mucho no nos encontramos con estas situaciones. Nos estamos reencontrando después de dos años y por eso resuenan”, reconoció. Sin embargo, aclaró que sin justificar el accionar riesgoso de los alumnos se hace necesario abrir espacios de diálogo y escucha. Más aún porque en ambas situaciones hubo difusión por redes sociales. “Es una tarea de la escuela, pero también de los valores familiares poder acompañar a los adolescentes a dimensionar qué y cómo se comunica en estas plataformas”, aclaró la funcionaria. Advirtió que muchas veces los más jóvenes no dimensionan el alcance y las consecuencias de cómo puede llegar a afectar su intimidad. Indicó que esto forma parte de los desafíos de convivencia pospandemia, por lo que hay que sostener una mirada comprensiva para acompañar a los estudiantes. (IRB)
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