Recién después de varios años de su fundación Alvear contó con un sacerdote permanente, siendo esto una de las preocupaciones de sus primeros años de vida social.
En la amplia zona de la costa correntina sobre el río Uruguay. Todos los niños nacidos en ella eran bautizados en Brasil e inscriptos en los libros parroquiales, como súbditos de ese país.
En 1878 el pueblo se dispuso a levantar por sus propios medios, una pequeña capilla, en terreno comunal y en el mismo lugar en que se encuentra en la actualidad, pero con la entrada hacia el norte.
El 20 de Septiembre se terminó la construcción del rústico templo, en la que se requirió el esfuerzo, la voluntad y la generosidad de toda la comunidad, hasta los niños acarrearon el barro y los ladrillos, podemos mencionar a algunos de ellos, a Miguel Sussini, Agustín Aquiatapace, Juan M. Saucedo, Eladio Hidalgo (hijo), Benjamín Velazco y Rafael Romero.
Se hizo entrega formal a la Iglesia, recibiendo la misma en las manos del padre cura Pablo Cayetano Martinetti, vicario de La Cruz desde 1874.
Como la construcción era muy precaria, ocho años después la capilla sintió el desgaste por las inclemencias climáticas y se deterioró, y el padre Martinetti solicitó a la Comisión Departamental devolviera a esta el edificio, esto motivó la reacción de la comunidad, en la nota que elevó a la Comisión expresaba " la casita que ha funcionado hasta hoy como Oratorio Provisorio, se halla en estado deplorable y sin recurso alguno para su reparación, con ésta, devuelvo a esa respetable Comisión Departamental, V.V. preside la sobre indicada casita para que dispongan de ella o de los escasos materiales que puedan restar, debido a que ha sido despojada, de todos los objetos regalados, o hechos con la limosna pública de los vecinos, disponga hacer como mejor le agrade."
Es así que se ordenó comisiones destinadas a la investigación del caso sin llegar a una conclusión completa.
El Comandante Don Luciano Romero solicitó autorización a la Comisión Departamental, para demoler el Oratorio que sirvió a los pioneros de la ciudad para la práctica de la fe católica.
Y dispuso la construcción de un nuevo templo, que sirva para cubrir la necesidad de ese momento, y que tuviera un diseño arquitectónico acorde, en dónde el arte también sea parte del mismo.
En el año 1890 la obra estaba adelantada en forma considerable, el día 9 de Septiembre de 1895, Doña Juana Barreiro donó al templo una imagen de Nuestra Señora del Rosario que data de la época Jesuítica.
Esta dama que se destacó por su gran generosidad como benefactora de la comunidad, se hizo cargo de los gastos que generó la terminación de la obra, obra que se le encomendó al constructor Pascual Minoye, venido desde Itaquí, quien modificó el frente y la torre del templo.
Las obras de construcción de las naves laterales comenzaron el día 20 de Abril de 1891, bajo la dirección de Enrique Carmesoni.
En el año 1893 el padre Martinetti de fecunda quién desplegó una gran acción pastoral fue sucedido por el presbítero Antonio López, vicario también de Santo Tomé.
De 1894 a 1896 Alvear fue asistido por el presbítero Ángel de Feo, que fue luego reemplazado dos años después por padre Samuel Pompín, de nacionalidad francesa.
El sacerdote Alejandro Derú, fortaleció las almas de los pobladores creyentes católicos hasta el año 1897, y por último el vicario Juan Bajac, residentes todos en la vecina ciudad de La Cruz.
Fuente: Secretaría de Cultura de Alvear
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