El transporte funcionó por 40 años.
El circuito incluía varias de las arterias del centro, como La Rioja y 25 de Mayo. Hubo también uno de tracción a sangre.
Aunque quedan en pie valiosas construcciones históricas en el casco céntrico, la fisonomía de la ciudad cambió de manera rotunda en el último siglo y eso hizo que muchos vestigios urbanos terminaran perdiéndose por diferentes motivos. Además de las edificaciones, fueron también los medios de transporte los que fueron cambiando a medida que se daba la expansión y que aparecían nuevas alternativas.
Fue así que, hasta hace menos de un siglo, un tranvía todavía circulaba por la ciudad, con recorridos que incluían el microcentro capitalino y otros que llegaban hasta las zonas consideradas alejadas en aquella época.
Para fines del siglo XIX, se planifica y se implementa este sistema de transporte, representando un cambio importante a los que ya existían hasta ese momento, pero que funcionaban con tracción a sangre.
El servicio tuvo varias cambios y llamados a concesiones hasta adoptar el nombre de Tramway Ciudad de Corrientes. Fue uno de los antecedentes de los actuales colectivos, ya que contaban con varios ramales y recorridos fijos que llevaban a los pasajeros de un punto a otro de la capital.
Uno de los proyectos era que pase por el antiguo mercado, ubicado donde hoy se encuentra la plaza Vera, en Junín y San Juan. Pero había otros itinerarios diseñados que partían desde el centro de la ciudad. El punto de partida en este caso era el puerto, transitaba por calle La Rioja hasta Junín y avanzaba hasta Santa Fe. Luego, el tranvía se dirigía hasta avenida 3 de Abril y volvía por Santa Fe hasta 25 de Mayo, doblaba hasta Tucumán y después, por Plácido Martínez para retornar al puerto.
El volumen de pasajeros era notoriamente menor que al que puede advertirse hoy. En aquellos años, en toda la provincia había menos habitantes de los que hay actualmente solo en la capital.
Uno de los trabajos de investigación que abordó la instalación y el funcionamiento del tranvía en la ciudad es el libro Evolución urbana y arquitectónica de Corrientes, de Ramón Gutierrez y Ángela Sánchez Negrette. Allí cuentan las decisiones municipales que impulsaron la implementación de este particular sistema de transporte en la capital.
Allí se detalla que en 1882 se sancionó la ley que autorizaba la instalación del tranvía, suscribiendo un primer contrato con los empresarios que se harían cargo de la prestación. Se pueden conocer en el libro otros recorridos, circulando por algunas calles cuyos nombres fueron modificados con el correr de los años. Uno de ellos era por Quintana, doblaba por Buenos Aires, tomaba 25 de Mayo, La Rioja, Junín y Entre Ríos, para volver por 9 de Julio y tomar nuevamente La Rioja.
Además, se diseñó un recorrido por La Rioja hasta Yrigoyen, luego hasta Salta, donde daba la vuelta alrededor del templo de La Cruz para luego regresar por el mismo camino.
Más allá de proyectos e ideas, el primer recorrido que se logró activar formalmente fue en 1890, con un tranvía que circulaba por calle Catamarca, doblaba por 25 de Mayo, luego San Lorenzo hasta 3 de Abril. Desde allí transitaba por la avenida hacia lo que hoy es la zona de la subida del puente General Manuel Belgrano, donde se encontraba la estación del tren que recorría el nordeste. Los vecinos de la ciudad en aquel momento reclamaban que el tranvía llegara hasta la plaza 25 de Mayo, considerado desde siempre el lugar central para Corrientes a nivel histórico, administrativo y también político.
Pero los problemas llegaron pronto. En 1891 se sancionó un nuevo reglamento y, por problemas en el mantenimiento de las vías, el servicio se suspendió por aproximadamente un año, reanudándose recién en 1892.
Con el correr de los años, se implementaron coches se usaban para cortejos fúnebres y también otros para transportar carne faenada, siendo el único método autorizado en aquel entonces.
De esta manera, el tranvía de ese momento, que reemplazó al que era tirado por caballos, se erige como uno de los elementos principales para pensar en la expansión de una ciudad por aquel entonces acotada, y cuya periferia era lo que hoy es considerada ya zona urbana. Era utilizado sobre todo por las clases más populares y era común ver a hombres de traje y sombrero, y a mujeres con elegantes vestidos en los vagones, como era la costumbre para salir en esa época.
Había unidades cerradas y otras abiertas, lo cual podría presentar una complicación según el caso y dependiendo del estado del tiempo. De aquellos tranvías quedaron algunos registros fotográficos, donde se los puede ver, por ejemplo, frente a la iglesia de la Cruz o pasando por la actual Escuela Mariano Moreno, sobre calle 25 de Mayo.
Finalmente, tras algunas décadas de funcionamiento y altibajos, el tranvía quedó totalmente fuera de circulación en 1930. Hay imágenes también de cuando se retiraron las vías, entre otras zonas en la esquina de San Juan y Junín, hasta donde llegaban los coches.
Los motivos fueron varios. Por un lado se dice que el servicio era deficiente y no tenía el mantenimiento necesario y, por otro, el Municipio decidió realizar algunas obras de nivelación de las calles y por eso terminaron sacándose las estructuras.
Un tranvía en Corrientes, una imagen que parece hoy impensada, fue una realidad de varias décadas y sirvió, con dificultades, para movilizar a los capitalinos de un punto a otro. No quedaron los coches ni las vías, pero sí el recuerdo fotográfico de aquel paisaje tan distinto al actual, en las mismísimas calles del centro.
ARCHIVO DIARIO LA REPUBLICA, 9 DE MAYO DE 2021 Por: Diego Sabao