LA CAÁ YARÍ: DIOSA DE LA YERBA MATE - Mitología Guaraní
Caa Yar y Caa Yarí. “Hace mucho tiempo, una tribu nómada decidió dejar la región que habitaba desde antaño. Sin embargo, un anciano no se sintió con la energía suficiente para seguir a su gente. Entonces la tribu dejó a Yar, tal era el nombre del anciano, en la compañía de su hija Yarí, que se negó a abandonarlo. El anciano construyó un refugio primitivo con sus propias manos, y ambos continuaron con su acostumbrado modo de vida en medio de ese entorno salvaje y primigenio. Un día, al anochecer, apareció un extraño ser. El color de su piel era raro y también su vestimenta, en relación a lo que estaban acostumbrados. A pesar de ello, padre e hija lo trataron con deferencia, ofreciéndole su hospitalidad desinteresada y los mejores alimentos que tenían en su humilde morada. Ocurrió que el extraño ser había sido enviado por Tup, el dios bueno, que quería conferirles un presente milagroso y permanente. El poder mágico del presente permitiría contar siempre con los medios para recibir y atender a sus visitantes; así como también les ayudaría mitigar el largo período de aislamiento. Así hizo que una nueva planta creciera en la selva, y luego les enseñó a preparar una bebida tónica y estimulante que pasaría a ser, con el tiempo, un símbolo de bienvenida para los huéspedes de la casa. Ungió a la bella Yarí como diosa protectora (Caa Yarí) y a su anciano padre, como su custodio. Los dulces cuidados y la protección constante prodigados a las plantas, lograron que las plantaciones de yerba mate se multiplicaran en forma infinita. Y así es como encontramos una especie de simbiosis en esta bebida: la mujer joven y bella, y el anciano habilidoso revelaron, siendo dioses, la misma actitud que, por obra de sus corazones generosos, que habían tenido siendo simples mortales. De esta manera, a partir de la naturaleza misma, con la fuerza de sus elementos más puros y del corazón de las plantaciones de yerba mate, los dioses nos protegen..."
Cultura Guaraní
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