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Foto del escritorBuen Dia Corrientes

La leyenda de la paloma picui, la palomita de la Virgen


Esta palomita llamada Picui es aquella que vemos todos los días volando por el campo. La cual se la diferencia de las demás por su tamaño, pareciendo en su estatura a un pichón De paloma.

El Picui que significa en habla guaraní tórtola lleva el nombre de palomita de la virgen, apodo dado por ser una paloma muy compañera de otros pájaros y dócil con los humanos.

Se sabe que los días serenos y calidos canta sin parar, en cambio avisa cuando viene una gran tormenta, por llorar en su canto, en el invierno.

Se la ve mucho junto con los chingolos, comiendo semillas, granos, buscando calor y durmiendo bien apretadita en árboles o nidos abandonados.

Dicen los aborígenes arandú que las palomitas Picui llevan a las almas inocentes al paraíso, que visitan a los Ángeles y juegan con ellos. En el campo se sabe que si uno esta perdido, siguiendo a una palomita Picui, encuentra agua y algún campamento.

Otra realidad de esta palomita es que al morir una paloma grande de color blanca, Esta llora, y es posible verle en los ojos lágrimas que le caen.

Las payeseras buscan siempre una pluma de Picui, por creer que ellas alejan a los demonios. Al oírla cantar después del mediodía en el patio de una casa. Indica que habrá buenos augurios y paz.

En las casas donde viven brujas o hechiceras la paloma nunca llega, solamente sobrevuelan por la puerta avisando a los hombres que en esa casa vive alguien de corazón malo.

Creencias y costumbres del Picui, tortolita o palomita de la virgen

En la provincia de Entre Ríos los mayores cuentan a sus hijos y nietos sobre "la solapa", el duende que se les aparece a quienes a la hora de la siesta salen de sus casas para hacer travesuras en lugar de quedarse a jugar bajo la fresca sombra de una galería del hogar. Es una paloma torcacita la que salva a esos niños; con su "cuu cuu cuu" les avisa sobre la llegada del duende la solapa para que puedan correr hacia sus casas y ponerse a salvo. Si algún desobediente se animaba a salir en esas horas de sol inclemente, al primer arrullo de una paloma volvía rápido como un rayo a la seguridad de su casa. Hermosa leyenda que pone a la paloma torcacita en el rol de aliada y protectora de los niños, y enseña a los pequeños una lección de obediencia paterna y cuidado propio.


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