La historia de la misteriosa criatura denominada Mapinguarí está enraizada en los países de Bolivia, Perú, Colombia y Brasil, y es uno de los casos de criptozoología con más testigos y defensores que hay actualmente. De hecho, y aunque ya tiene su propia leyenda, es posible que algún día sea descubierto «oficialmente», demostrando que la naturaleza aun tiene muchas sorpresas que darnos.
La leyenda del Mapinguarí nos habla de un poderoso y sabio chamán, quien gracias a su sabiduría logró descubrir el secreto de la vida eterna, pero su inmortalidad iba a tener un alto precio, nada menos que la transformación de su cuerpo. El otrora humano chamán se convirtió en una criatura peluda, similar a un oso, con el pelo de un tono rojizo y al que siempre acompaña un fuerte hedor bastante desagradable.
De dos metros de alto, el Mapinguarí posee un rostro muy similar al de los humanos, se mueve preferentemente por la noche y sus descomunales garras están orientadas hacia el interior del cuerpo. Además, es capaz de caminar tanto a cuatro patas como a dos.
Por otra parte, algunos testigos afirman que posee una enorme boca en el vientre, de la que sale el terrible olor que le acompaña siempre, y que posee una cierta preferencia por la carne humana. Cuando no dispone de humanos para saciar su hambre, se alimenta de los corazones de las palmeras, tras destrozarlas con sus poderosas garras.
Al contrario que en el caso de otras criaturas legendarias, son cientos las personas que aseguran haber visto al Mapinguarí en alguna ocasión, incluso el biólogo David Oren se ha interesado por la autenticidad de estos testimonios. Oren apuesta por que se trate de alguna especie de perezoso gigante que se creía extinta hace cerca de 10.000 años, y que ha sobrevivido inadvertida en la profundidades de la selva, o simplemente de una especie aun no catalogada por la ciencia.
JAIME MARQUEZ
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