Carau es el nombre de un ave zancuda de plumaje negro y vuelo torpe que habita en lagunas esteros y bañados.
Como su nombre lo indica su característica es su grito, que emite casi toda la noche o ante la proximidad de algún extraño a la comunidad en que vive.
Cuenta la leyenda que Carau era un muchacho apuesto, muy buen bailarín, guitarrero y cantor que vivía en compañía de su madre, para quien eran todos sus cuidados y desvelos.
Pero cierta vez en que ella enfermó seriamente, Carau agotó sus esfuerzos para atenderla con medicación casera y al no obtener mejoría decidió marchar al atardecer hacia el pueblo más próximo, distante a varias leguas del rancho.
En el camino encontró un baile donde se acercó por casualidad atraído por una muchacha muy agraciada que a su vez coqueteaba con él, teniendo en cuenta que sobresalía entre todos por su postura y elegancia.
Olvidando por completo la enfermedad de su madre, bailó toda la noche hasta que ya de madrugada un amigo le trajo la noticia de que su madre había muerto.
No importa mi buen amigo, respondió Carau, hay tiempo para llorar.
Sin embargo atormentado por el remordimiento salió del baile para hacerse cargo de su madre muerta; y cuenta la leyenda que durante mucho tiempo peregrinó por el pago sin hallar consuelo.
La ropa oscura que usaba, desgastada y desteñida por el tiempo y la intemperie, se hizo trizas transformándose después en plumas.
Los brazos se volvieron alas y el cuerpo adquirió la forma de un ave.
Se largó a vivir y a llorar por los esteros y cuentan que la muchacha que lo retuvo en el baile también se convirtió en ave tomando la forma de la pollona, que acompaña al carau en su constante peregrinar.
El Carau
El caráu es un pájaro de plumaje negro y de costumbres algo tenebrosas, que habita en regiones inundables, durante el día, para luego volar hacia las vecindades boscosas. Casi siempre agrupados, pasan la noche dando fuertes graznidos, que si se los escucha de lejos parecen ser tremendos y lánguidos lamentos.
Se alimenta de insectos de toda clase, de pececillos y algún que otro crustáceo según la ocasión.
Esta ave, tiene similitud con el cuervo; su pico es más o menos largo al igual que sus patas, pero encorvado y puntiagudo. Tanto su cabeza como sus ojos son pequeños y su vuelo al no ser ágil, consiste en planear y aletear rítmicamente. Sus huevos son comestibles, pone de cuatro a seis unidades por vez y su tamaño es similar a los de la gallina.
Se lo conoce también con el nombre de carrao , carao, bruja o viuda.
Habita en Corrientes, Formosa, La Rioja, Tucumán y Entre Ríos.
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