Hermosas leyendas, cuentos, historias y mitos describen las características propias de nuestro país. Una de esas es la de Yrupe. De cada leyenda existen diferentes versiones, ya que estas narraciones se transmitían en forma oral y de generación en generación. Compartimos en esta página una bella leyenda guaraní.
Esta leyenda ocurre en las orillas del río Paraná, donde vivía el cacique Ruicha Tacu, quien gobernaba una tribu de hombres muy aguerridos en la que sobresalía uno: Pytã. Este hombre estaba enamorado de la hija de Ruicha Tacu, Morotĩ.
Pytã y Morotĩ se amaban mucho, pero siempre se obstaculizan piedras en el camino.
Un día, Morotĩ andaba paseando con sus amigas cerca del río Paraná y quiso presumir del amor que Pytã sentía por ella. Lanzó su brazalete de oro al fondo del río y le dijo a sus amigas que Pytã iba a recogerlo, pues la amaba tanto que no quería verla triste. Sus amigas le dijeron que era muy peligroso, pues el río era muy bravo, sin embargo, ella dijo que Pytã era el mejor nadador y que por su amor, se iba a lanzar.
Llamó desesperadamente a su enamorado: «Pytã, Pytã, se ha caído mi brazalete al río y quiero que lo recojas». En su inmenso amor, Pytã se lanzó al río y nunca más salió. Morotĩ, desesperada, mandó a llamar al brujo para que le diga qué había pasado. El brujo analizó el río y le dijo que Pytã estaba bien, pero que ahora está en el fondo de los mares con Kuña Paje, quien era la hechicera de los ríos. Ella se había enamorado de él y le había prometido todas sus riquezas a cambio de que se quede con ella, a lo que Pytã había accedido.
Desesperada, Morotĩ se lanzó al río y logró salvarlo de las garras de Kuña Paje, y, al emerger a la superficie, salieron en forma de una hermosa flor de pétalos rojos y blancos, así transformados ofrecen su amor y belleza a todo el mundo.
POR PROF. LETICIA MÉNDEZ RHEINECK
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