Itatí Categoría: Itatí
Variadas son las interpretaciones referentes al significado de la palabra Itatí. Es que el significado de esta palabra, depende de la pronunciación de ella(1): (1) “Opiniones sobre el significado de ‘Itatí’”. Trabajo de Alberto Rivera en el fascículo 1 de la obra “Historia de los Correntinos y de sus Pueblos”, p. 24, editado por “Amerindia Ediciones”, en Noviembre de 1985, en Impresiones Gráficas Tabaré, Buenos Aires. Si es gutural la y final, significa piedra de agua o piedra de río; de ita, piedra; y ty, agua, río; según el sentido que la partícula ty tiene en las siguientes palabras: tyguasu, creciente de río; tyho, baja el río. La misma pronunciación gutural corresponde a la palabra, si el origen de ella es ita, piedra; y aty, montón; montón de piedras. Cuando la pronunciación de la ĩ final es nasal: Itatĩ, significa piedra blanca: de ita, piedra; y tĩ, blanco. Con pronunciación natural, según el sonido propio de las letras en el idioma español, Itati, significa punta de piedra: de ita, piedra; y ti, punta. Se ignora cuál era la pronunciación preferida por los aborígenes. Cualquiera de las tres, cuadra aún en el lugar. Por su significado, en el día predomina la última. A continuación se brinda un panorama general de la cuestión. - Opinión de Manuel Florencio Mantilla En el periódico “La Libertad”, del 8 de Julio de 1900, el doctor Manuel Florencio Mantilla efectuó el siguiente análisis con respecto a las opiniones sobre el significado de Itatí. Para entender estas opiniones, vamos a emplear -para hacerlo más entendible-, el alfabeto usado para el guaraní, aprobado por el Congreso de Montevideo de 1950, reconocido legalmente por Ley de la Legislatura correntina, y utilizado por las instituciones de enseñanza y la mayoría de los literatos. Dice Mantilla: “La palabra Itatí se presta a las siguientes descomposiciones y significados etimológicos: A.- Con pronunciación natural, conforme está escrita (Itati): ita: piedra; ti: picadura, roedura lenta. Piedra roída con lentitud. B.- Con pronunciación gutural, la y final (Itaty). Aquí se dan tres acepciones: a) Ita, piedra; ty: de agua, de río. Es decir: piedra de río. La partícula ty tiene el mismo significado en las siguientes palabras: tyguasu, creciente del río; tyho: baja del río. La gutural es suave. b) La gutural es fuerte: ita, piedra: ty, que abunda; pedregal. Itaty es síncopa de itatyva. Como vemos en estas dos variantes, si es gutural la y, de la ty final, una de sus acepciones sería la de un sustantivo: agua, río; Itaty: piedra de agua o piedra de río; o habría una segunda acepción, que indicaría que ty es un sufijo que, con sustantivo, da significado de conjunto; aglomeración de: lo que indicaría, montón de piedras. c) Siendo pronunciación gutural, hay una tercera acepción: la gutural fuerte: ita, piedra; aty, montón: montón de piedras. Itaty es síncopa de itaaty. C.- Con pronunciación nasal la ĩ final (Itatĩ). Aquí también se dan dos acepciones: a) Ita, piedra; tĩ, blanco; piedra blanca (mármol, piedra caliza). b) La partícula nasal muy fuerte: ita, piedra; tĩ, nariz, punta, extremidad con punta: punta de piedra o de piedras. Si es nasal la ĩ, de tĩ, se trataría de un sustantivo, que significa nariz, pico, hocico, punta, extremo; es decir, Itatĩ, significaría: punta de piedra. Esa significación es con nasalidad, no con pronunciación natural, como lo indicaría Mantilla en su Crónica histórica, aunque es probable que esto sea un error tipográfico, ya que no es lo que señala el cronista en el periódico “La Libertad”. D.- Con pronunciación nasal la segunda partícula de itã; y gutural la de ty: itã, concha; ty: que abunda; abundancia de conchas. E.- Con pronunciación gutural la partícula y de yta, y también la ty (final): yta: nadar, nadador; ty: que abunda; lugar en que abundan los nadadores. “En presencia de este verdadero laberinto etimológico, ¿cuál es el significado de Itatí? Hay en el lugar, por dicha palabra, designado todo lo que cada una de las descomposiciones significa, por manera que sería aventurado declarar que una sola es la verdadera, aunque así es lo natural. “La pronunciación del día no es gutural ni nasal. ¿Pero ésa era la de Bolaños y sus indios? Resuelva cada lector la cuestión; por buenas razones preferimos nosotros la traducción puntas de piedras (Itatĩ)”. (Es dable aclarar que en la Crónica Histórica, la palabra escrita usada es Ytaty)(2). (2) Material extraído de la obra “Crónica Histórica de la provincia de Corrientes”, del doctor Manuel Florencio Mantilla, editado en Buenos Aires, 1972, dos tomos. - Opinión de José Miguel Irigoyen El profesor Irigoyen inicia su análisis en base a lo estudiado por Mantilla. Dice Irigoyen: "De acuerdo a las explicaciones de Mantilla, nunca el topónimo Ytaty debería escribirse con Y inicial, sino con I, porque el cronista no duda que la acepción de la primera partícula ita, es la de ser sustantivo: piedra, roca, tosca, metal (sin tilde, ya que no se acentúan gráficamente las palabras que tienen su acento tónico sobre la vocal final). "Donde también hay dudas, o por lo menos no se pudo corroborar fehacientemente, es sobre la significación guaraní de la i final, con pronunciación natural, según el sonido propio de las letras en el idioma español. "Estrictamente, no se pudo hallar la significación de esa eventual acepción. "Sostenían unos que, si fuera Itaty, sería pedregal, porque ty indica abundancia. "Sostenían otros que, si fuera Itatĩ, sería punta de piedra, porque tĩ es punta. "Pero ni los contendores de entonces, ni los diarios en cuyas columnas se publicaban las notas, recurrieron a la historia, ni menos aún a la lingüística. "Era innecesario suponer aquellas dos alternativas. La pronunciación de la sílaba final es una sola, y se la confirma con sólo atender el uso de la lengua por los lugareños. "Los sufijos pe, peve y pegua, que indican “en”, “hasta” y “de”, en todas las palabras no nasales, como ocurre en chacope, chacopeve y chacopegua, se transforman en me, meve y megua, cuando oímos Itatime, Itatimeve e Itatimegua. "Es que ocurre que las consonantes oclusivas sordas p y k, se sonorizan en m y ngen contacto con una sílaba nasal como es tĩ. "Esta transformación denuncia la nasalidad de la sílaba final tĩ, que es aféresis de morotĩ (blancura). "En las cercanías de la ciudad actual, aguas abajo (o en la costa paraguaya), existía la población guaranítica de Itatingua, regida por el cacique Yaguarú (mal llamado Yaguarón). "Estas referencias son importantes, a los efectos de la traducción del nombre. Si éste y otros hechos históricos se hubieran tenido en cuenta en su momento, se hubiera evitado una discusión que hizo época a principios del siglo XX por parte de conocidos cultores del guaraní. "Si esta sílaba no hubiera sido nasal, Sebastián Caboto se hubiera encontrado con la población Itatikua, y no con Itatingua, donde kua se sonorizó en ngua. "Pero la historia también sigue contribuyendo, cuando recordamos que Vicente Blasco Ibáñez, el escritor valenciano que fundó, cerca de la ciudad de Corrientes, la arrocera “Nueva Valencia” , y trató de explotar la cal de Itatí. Y sabemos, asimismo, que el primer Obispo correntino, monseñor Luis María Niella, hacedor incansable, pretendió usar, con poca suerte, aquella cal de poca calidad para construir el camarín de la Virgen, en el templo primitivo. "La deducción acerca de los yacimientos es innegable. "Además, ahí están aún los restos de la antigua calería; ahí está el arroyo “Calería”y están, en las barrancas del río, las manchas blancas que los alumnos de la UNNE, en clase de Geología, tratan con ácido, y observan el burbujear del carbonato de calcio. "Con todo ello, la presencia de la cal es evidente. Así, pues, ita (roca), tĩ (blanca) y ngua (yacimiento), nos dan el nombre originario que halló Caboto en 1528. "Si queremos ahora traducir lo que queda de aquel nombre, diremos que “Itatĩ” es, literalmente, “piedra blanca”, es decir, 'cal', simplemente 'cal'"(3). (3) Material extraído de la obra “Toponimia Guaraní de Corrientes”, del profesor José Miguel Irigoyen, editado por el Instituto de Antropología “Juan B. Ambrosetti” de la Universidad de Concepción del Uruguay (Entre Ríos), en 1994. - Las opiniones de Benjamín T. Solari, Esteban F. Bajac y Simeón Berticioli Finalmente, es conveniente traer a colación, las explicaciones de otros estudiosos sobre el tema: “Itaty. m. Geog. (itatug). Significa pedregal. Tal es el paraje. Sin embargo, hay quien asigna la etimología de piedra blanca, ita-morotĩ, ut ita-tĩ, a la ciudad o pueblo de ese nombre, en Corrientes, R. A. "Es preferible lo primero, por más exacto”(4). (4) Benjamín T. Solari. "Ensayo de Filología. Breve vocabulario español-guaraní (con las relaciones etimológicas del idioma americano)" (1944), con una noticia biográfica del autor, por Juan Antonio Villoldo, 2da. Edición, p. 101, Buenos Aires. Ed. Coni. “Algunos han querido dar al vocablo Itatí la significación de piedra blanca, apoyándose en que, si al sustantivo se le añade actualmente todo el término morotĩpara señalar su color blanco, antiguamente, por lo general, se le proponía sólo la partícula tĩ. "Además les parece a éstos natural, que lo primero que llamara la atención en el antiguo Yaguarí (Yaguarú, para Mantilla; Jaguaru, en la escritura moderna actual del guaraní), fuera la abundancia de rocas calcáreas de su suelo, dando ello ocasión a los guaraníes para denominar el sitio gráfico nombre de Itatĩ: piedra blanca. “Con todo, lo más probable, por no decir seguro, está en que el vocablo Itatĩsignifique: eminencias de piedra. "Como a 15 leguas, o un poco menos, subiendo de Corrientes el río Paraná al Este-Nordeste, hay tres islotes en el magnífico canal de aquel río. “Los islotes son peñascos de arenisca ferruginosa, y son la base de la muy pintoresca vegetación que sobre ella ha crecido. Los peñascos sobresalen del agua, y sus puntas eminentes, justifican la denominación descriptiva del paraje hecha en el vocablo guaranítico Itatĩ, en que significan: tĩ, eminencias (en plural, porque la ĩplural está absorbida en la ĩ nasal de tĩ); e ita, de piedra (genitivo por oposición). "Significa, pues, Itatĩ, eminencias de piedra o puntas de piedra en aquel paraje del río, así denominado. “Por esta misma causa, se llamarían itatĩnes, un gran número de indios”(5). (5) Esteban F. Bajac y Simeón Berticioli. "La Virgen de Itatí (Homenaje de Veneración y Amor a la Milagrosa Imagen de Nuestra Señora de Itatí con motivo de su Coronación)" (Julio de 1900), pp. 15-16, “La Reacción” (1900), Corrientes. Ed. B. Fages.
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